Capítulo 32: Cuando Casi Abandonamos el Viaje

... y el aprendizaje que tuvimos 🧡

¡Hola, viajero/a!

La anécdota de hoy sirve para enseñar muchos puntos de vista y no idealizar tanto este tipo de experiencias. Y es que hay un momento en todo viaje largo, en el que algo dentro tuyo dice: “Hasta acá llegué.” No pasa siempre, pero cuando pasa… lo recordás toda la vida.

▶︎ Recuerda que cada semana os enviamos una anécdota NUNCA CONTADA ANTES con una moraleja final y consejo viajero que podéis utilizar. Si quieres leer otros capítulos anteriores puedes hacer clic aquí.

🧡 EL BLACK FRIDAY YA ESTÁ AQUÍ! En unos días os enviaremos un email especial con TODAS las promos especiales y ahorrar un poco más en vuestro viaje.

En la Newsletter de hoy:

Lo que nos ocurrió en Asia - Capítulo 32:
Cuando Casi Abandonamos el Viaje

Para nosotros, ese momento llegó una tarde, en algún punto entre una ciudad perdida de Laos y un camino de tierra que no aparecía en Google Maps. Era de esos días en los que todo te sale mal sin explicación alguna. Hacía muchísimo calor, el bus nos había dejado tirados, nos habíamos quedado sin agua y yo ya estaba en un nivel de malhumor pocas veces visto.

Patri venía agotada también. La mochila pesaba más de lo que debería, el sudor nos caía por lugares que la ciencia aún no ha estudiado, y para colmo, cada vez que intentábamos buscar información… sorpresa: no había internet.

En ese estado, te juro, cualquier cosa se vuelve enorme. El coche que no llega. El calor que no baja. La comida que no aparece. La sensación de estar perdidos entre montañas que no conocés.

Y ahí… justo ahí… cuando estábamos en silencio absoluto, caminando como zombis por un sendero de tierra, nos frenamos. El cuerpo dijo basta. Los dos a la vez.

Nos miramos con una cara que no necesitó traducción:

“No puedo más.”

“Yo tampoco.”

Y ahí, sin glamour, sin música épica, sin luz de atardecer cinematográfico… nos sentamos en una roca, reventados, frustrados y con la sensación de que habíamos llegado a nuestro límite real. Estuvimos así un buen rato. Mirando el suelo, respirando fuerte. Pensando si de verdad valía la pena seguir.

Y entonces, muy despacito, empezó a pasar algo curioso. Primero un grupo de niños nos saludaron desde una casa de madera al costado del camino. Luego un señor mayor nos dio agua con una sonrisa enorme, como si fuéramos sus hijos perdidos. Unos metros más adelante, un perro apareció de la nada, nos acompañó un rato y siguió su camino.

Y cuando levantamos la vista… vimos un paisaje tan espectacular, tan improbable, tan completamente ajeno a la vida que teníamos antes del viaje, que los dos nos quedamos quietos.

Ese fue el clic.

No fue una frase inspiradora. No fue un abrazo épico. Fue simplemente darnos cuenta, sin decirlo, de que ese momento de quiebre también era parte del viaje.

Que los viajes no son solo templos, cascadas y fotos en moto. Son también el cansancio, el calor, el miedo, la frustración, el “no puedo más”. Y que justamente por atravesar esos momentos… los demás se sienten tan increíbles.

Seguimos caminando. Más despacio, más conscientes, más presentes. Y ese día, sin exagerar, se convirtió en uno de los que más recordamos a día de hoy.

Moraleja y Aprendizaje de la Historia

A veces hay que romperse un poquito para entender por qué se viaja. Y cuando estás por abandonar… aparece justo algo, pequeño o enorme, que te recuerda por qué empezaste.

En nuestro caso, ese camino destrozado en Laos terminó siendo uno de los motivos por los que seguimos viajando hasta hoy. Ahí entendimos que los viajes no se cuentan por kilómetros, sino por la cantidad de veces que casi te rendiste… y aun así seguiste.

Descuentos BLACK FRIDAY

Próximamente os enviaremos los descuentos de otras compañías de seguro y nuestros PDF y mapas también en oferta 🧡

▶︎ Otros Descuentos

Accede aquí para ver todos los descuentos viajeros que tenemos disponibles en el blog.

¿Quieres colaborar con nosotros? Escríbenos a [email protected]